Lista de herramientas TIC
Una de las
características principales de la sociedad de nuestro tiempo es la aparición y
expansión galopante de lo que se conoce como Tecnología de la Información y la
Comunicación (TIC), que implica tanto la
tecnología, el instrumental, como los
procedimientos, aplicaciones y programas
que utilizamos para buscar información y conocimiento, analizarlos y
procesarlos, pero también para generarlos, transmitirlos y almacenarlos. Este
nuevo sistema comunicativo, el que surge de la aplicación tecnológica de nuestro tiempo, principalmente de la
informática, a distintas facetas de la
vida cotidiana se caracteriza también por la inmediatez de la comunicación y la
interacción que esta genera.
La educación, área en la
que actualmente nos desenvolvemos, interactuando entre el aprendizaje y la
enseñanza, como no podía ser de otro modo, también se ha hecho eco de esta
tendencia de nuestro tiempo y las TIC se han constituido en TAC, un instrumental
que además de enriquecerla con innovaciones está configurando su
transformación: las maneras de enseñar y aprender están cambiando. Somos una
generación que está a caballo entre dos maneras distintas del proceso de
aprendizaje/enseñanza: la tradicional, donde el protagonismo recaía
principalmente en el educador, y una
nueva donde el foco destaca también el papel del educando y se le concede un papel activo en su
formación. En esta nueva realidad la TIC adquiere gran relevancia.
Yo me he acercado a esta
nueva realidad de manera bastante reticente e incrédula y sobre todo distraída
y lenta Pero la ola de la realidad imperante, tarde o temprano, y de una u otra manera, termina cubriéndonos y arrastrándonos a sus aguas. ¡Y ay, si no sabes nadar! Y sobre todo si no sabes utilizar ese océano para alimentarte, para disfrutar y aprender.
Entiendo que las TIC nos solo implica aplicaciones y programas sino también los aparatos que facilitan su desarrollo. Así que mi primera inmersión en este mundo, mi primera herramienta TIC, y que a día de hoy sigo usando de vez en cuando, fue la televisión. Además de su contenido habitual (noticias, películas, documentales) recurríamos a él por el teletexto, posiblemente uno de los embriones de lo que sería luego la comunicación por internet. Otro instrumento necesario es el ordenador, en sus dos variantes: el de mesa y el portátil. Pero últimamente, por su fácil portabilidad y por ende su ubicuidad, el teléfono móvil con GPS y acceso a internet se está convirtiendo en el instrumento más recurrente a la hora de interactuar socialmente.
1º
El correo electrónico.
Fue mi primera aproximación al mundo de las tecnologías digitales a finales
de la década de los noventa. Me ayudó a sobrellevar por entonces mi permanente
deslocalización. Gracias a él la distancia con los seres queridos y amigos se
redujo y se volvió más asequible y temporalmente más rápida. Podría decir que
fue el correo electrónico quien acabó con la inmemorable tradición de las
cartas de papel, esa que para muchos fue de toda la vida, pero sería injusto.
Sería echarle un muerto que no le corresponde. Fui yo quien acabó con esa costumbre. El email, aquel primerizo
de canal21.com. gestado en los ordenadores del Centro 14, ni siquiera fue
cómplice, todo lo contrario, quizás también fue víctima, instrumental, fui yo quien me aproveché de él, lo convertí
en una especie de cuchillo o pistola, para acabar con el folio, el bolígrafo,
el sobre y los sellos. A día de hoy, para quien ha podido aún evitar el
imperialismo de WhatsApp, no así al de Messenger, me ha sido muy útil para intercambiar
información y trabajo con los compañeros de la universidad.
2º
DEL o Diccionario de la RAE en red
Soy un adicto a esta
versión virtual del diccionario, un usuario recurrente. Fue tras el correo electrónico
mi gran descubrimiento virtual para mis trabajos educativos y también para
otros menesteres, llamémosles intelectuales, incluso para la escritura de una carta
o un email. O las notas de ahora, por si hay alguna palabra que tartamudea o
titubea en el teclado. No puedo vivir sin él. Casi todos los días, a cualquier momento,
echo mano de él. Su prontitud y fiabilidad son encomiables. Un gran acierto de
la RAE.
3º Ivoox
Mi gran descubrimiento
sonoro, es como mi grabadora personal, la que guarda las charlas, conferencias,
coloquios, presentaciones, clases, programas radiales a las que nunca pude
asistir. Pero eso ya no importa, gracias a este servidor sonoro lo diferido adquiere
una nueva dimensión positiva. Es la única versión de podcast que conozco. El que
me susurra al oído todo lo que quiero escuchar.
4º YouTube
El paralelismo a Ivoox en
el ámbito audiovisual es YouTube. Sé que
a día de hoy tiene infinidad de usos y subaplicaciones pero yo lo sigo usando
como repositorio de canciones (videoclips), declamaciones, películas,
documentales y conferencias, también
como canal de información. Suelo recurrir a YouTube cuando ilustro algunos trabajos
de la universidad, sobre todo en las presentaciones o ahora en la elaboración
de unidades didácticas.
5º Dialnet
Un imprescindible en la
actividad universitaria, la base de datos a la que recurro para la búsqueda de
bibliografía y también para hacerme con esa bibliografía pues Dialnet funciona
también como repositorio bibliográfico. Un gran acierto de la Universidad de La
Rioja comparable al proyecto de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la
Universidad de Alicante.
6º Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
En aquellos años finales
de la década de los noventa era difícil imaginar que aquel proyecto embrionario
y artesanal de digitalización de libros se convertiría en un referente del mundo
académico hispano. Tal vez sus creadores y auspiciadores, visionarios, como fue
el caso de Andrés Pedreño, a la sazón rector de la Universidad de Alicante que
fue la que creó, impulso y desarrolló este proyecto, lo intuyeron. Hoy es algo
más que una biblioteca digital en internet, un referente académico, un
imprescindible como base de datos, repositorio
de libros y diversos trabajos académicos tanto textuales como audiovisuales, y también
un medio de información y aprendizaje.
7º Google
El pan nuestro de cada
día o San Google como muchos coloquial e irónicamente lo llaman. Lo es prácticamente
todo o, para ser más precisos, de todo
un poco. El buscador por antonomasia. La llave
para acceder a la información y al conocimiento virtual y digital de forma
inmediata y para muchos ciegamente fiable. Decir internet es decir Google, como
en algunos países que llaman a la pasta dental Kolynos y en otros Colgate.
8º Wikipedia
Y si hay un santo hay
también una santa. Denigrada en sus comienzos, vapuleada por tirios y troyanos,
hoy es para muchos la primera aproximación a ese concepto u hecho que buscamos,
a esa historia que pretendemos conocer. Una realidad que ha sobrevivido al
ostracismo educativo en el que quisieron situarla los doctos en años aún no tan
pretéritos. El uso masivo, mundial, plurilingüe y cotidiano de esta enciclopedia
en red, ha motivado su continua actualización temática y de datos.
9º Libro electrónico
Cómo pudo pasar por alto
Marie Kondo la existencia del libro electrónico. Teniendo uno posiblemente te
sobren 29 ebooks. Me ha permitido que la lectura, sobre todo la literaria, se
convierta en ubicua y en cierta medida versátil. Cuando uno va de viaje o simplemente
sale a caminar por ahí con la intención también de sentarse luego en alguna
parte y ponerse a leer ya no tiene que estar pensando previamente qué libro
coger. Coges el ebook, y llegado el momento, según tus sensaciones o estado de
ánimo, según como caiga la tarde o sople el viento, tienes a García Montero conversándote a los ojos o a
Bryce Echenique robándote unas carcajadas de la mirada o a Fiódor Mijailovich ayudando
a la conciencia a sobrellevar el haber
matado de un pisotón a esa hormiga que soñaba con ser urraca.
10º
Twitter
Apareció hace poco en mi
vida. Más por una obligación universitaria que por una necesidad. Parece que es
el hermano mayor de ese chico llamado wasap o el hermano intelectual del Facebook
o Instagram. He pasado momentos reconfortantes y beneficiosos e incluso hasta risueños
pero sigue sin convencerme, siento que me avasalla, como si fuese una riada o
torrente de agua que termina inundándome, ahogándome. Será porque no sé nadar.
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